En la década de 1920 a 1930, John Alden Knight, un aficionado a la pesca de Pennsylvania, de la misma forma que el resto de pescadores y cazadores, sabía que los mejores momentos para salir eran el amanecer y el atardecer. Sin embargo, observó que ciertos cazadores no se limitaban exclusivemente a estos períodos, y que tampoco estaban todo el día persiguiendo a sus presas. Simplemente parecían saber el momento exacto del día de ir a cazar.
Después de varias conversaciones con estos cazadores, empezó a acuñar la idea de que, además de el amanecer y el atardecer, exístian otros momentos en el día en los que los animales tenían más actividad y que estos períodos estaban relacionados con la influencia que el sol y la luna ejercían sobre nuestro planeta. A estos períodos los llamó "horas extras".
La teoría de Knight en principio no fue tomada muy en serio y, para probarlo, se hizo amigo del nieto de uno de los cazadores con mayor éxito de su época, para que éste le explicara los métodos de su antepasado.
John Alden Knight se hizo amigo del nieto de uno de los cazadores con mayor éxito de su época, quien le explicó los métodos de su antepasado.
Knight fue muy meticuloso y tomó muchas notas durante varios años en diferentes zonas del país y llegó a la conclusión de que esta teoría era aplicable a cualquier lugar del mundo y también era válida para todas las formas de vida silvestre.
Examinando una buen número de capturas de peces, Knight logró determinar que la gran mayoría, aproximadamente un 90%, fueron realizadas en luna nueva y durante los períodos solunares.
Tras todo esto, llega a la conclusion de que los mejores días para la pesca son los mayores o menores períodos solunares que están próximos al amenecer o al anochecer durante una luna nueva, y en menor medida, durante una luna llena.
Los períodos solunares se designan como mayores y menores, y hay tres o cuatro períodos cada día durante los cuales la actividad de la fauna es mayor. En horario de mayor movimiento, el período de actividad puede durar 2 horas en los días buenos y 1 hora en los dias malos (aprox.). En horario de menor movimiento, el período de actividad puede durar 1 hora en los días buenos y ½ hora en los dias malos (aprox.). Se indica siempre el punto medio de actividad.
No sólo los cazadores y pescadores utilizan de tablas solunares, los observadores de aves, buzos y amantes de las naturaleza las consultan.
En las tablas que aquí aparecen, el orto y el ocaso se han calculado tomando como referencia el Cerro de los Ángeles, en la ciudad de Getafe (Madrid), por ser el centro geográfico de la península. No es necesario realizar correcciones horarias.